Este collar une dos fuerzas complementarias del mundo mineral, la selenita, cristal lunar de alta vibración y pureza, y la turmalina negra, guardiana ancestral de la tierra y del resguardo energético. Juntas forman un talismán sagrado que equilibra los extremos: luz y oscuridad, espíritu y materia, expansión y protección.
La selenita, con su resplandor etéreo, eleva la conciencia, limpia el campo áurico y abre los canales hacia planos superiores. Es una piedra que no absorbe energía negativa, sino que la disuelve con suavidad, como una brisa blanca que despeja la mente y el alma.
La turmalina negra, en contraste, actúa como un ancla poderosa que protege y enraíza. Absorbe y transmuta energías densas, formando un escudo vibracional que mantiene la estabilidad emocional, repele influencias nocivas y devuelve el equilibrio interno.
Llevar este collar es como portar un péndulo equilibrado entre cielo y tierra, un recordatorio de que el verdadero poder espiritual nace cuando el alma se conecta con lo alto sin olvidar sus raíces. Ideal para quienes practican la meditación, la sanación energética o simplemente buscan claridad, protección y armonía en su día a día.
Este amuleto no sólo adorna el cuerpo, sino que sella el aura con una armadura de luz consciente y presencia firme.
Material: Acero inoxidable